lunes, 27 de febrero de 2017

La foto detrás de la historia. Parte 1: Lluvia con Sol.

Bochum, Viernes 24 de Febrero del 2017.

Hoy no fui a trabajar. Me desperté tarde: el sol que entraba por la ventana me tocaba el pie derecho aún estando en la cama. Es el primer trago de sol decente que siento en los últimos cuatro meses, el día estaba espectacular. Inmediatamente recibo un mensaje de Alex preguntándome si puedo ayudar "ahora mismo" a mover las cosas de Mira y Tobías (una pareja amiga) al departamento nuevo donde se estaban mudando. Mira y Tobías son la pareja perfecta que uno siempre termina por conocer: ambos tienen unos profundos ojos azules, Tobías es un tipo que no tiene ni una gota de maldad ni de gil. Mira es una mujer con todas las letras. Finalmente, y luego de subir cuatro pisos un sofá gigante, nos quedamos tomando unas cervezas en el balcón. La casa es hermosa, pero lo más lindo es el balcón: estoy seguro que fue especialmente diseñado para pasar horas y horas relajandose allí. Luego de dos o tres cervezas empieza a llover. Con sol.

Miro el horizonte y reconozco tres contrastes: arriba, el cielo encapotado, abajo, las casas grises y dormidas y en el medio un cielo azul profundo manchado por diminutas gotas brillantes. El resto, es fotografía.



Nota: Para saber de qué se trata este proyecto, puedes leer la explicación aquí.

La foto detrás de la historia. Parte 0: Introducción. (nuevo proyecto)

La parte del texto en letra con este formato que no se como se llama léase con voz de madre cansada de escuchar las locuras de su hijo, en tono de no ser la primera vez que se habla del tema. 

Hola a todos. Espero que todos anden muy bien, que el lugar donde vivan sea cálido, seco y no les llueva mucho. Y soleado, por favor que sea soleado. He comenzado un nuevo proyecto. ¿Otro nuevo proyecto, Pablo? Sí mamá, otro nuevo proyecto. ¡Pero si hace dos semanas estabas tratando de aprender a tocar el Ukelele y hace cuatro querías viajar por el mundo el bicicleta! Bueno má, pero este va en serio, tan en serio que me quiero comprometer en público. Me comprometo a contar treinta y seis (sí, tuve que googlear como escribir treinta y seis) mini-historias.

miércoles, 22 de febrero de 2017

Fragmento de Eones y segundos.

Estoy solo. Mis amigos desaparecieron. Mi corazón bombea ráfagas de felicidad. La música me abraza y sufre una extraña metamorfosis: cuando los sonidos entran a mi cabeza se descomponen en milones de sonidos diferentes, como el haz de luz que es difractado por el cristal triangular en The dark Side of the Moon. Los millones de sonidos rebotan dentro de mi cabeza y se convierten en imágentes que vuelan, van y vienen en frente de mis ojos. Veo caras. No sé quienes son, pero sé que me dicen cosas: me llaman, me dejan mensajes al corazón que estoy necesitando. Creo que son las diferentes facetas de mí mismo, trato de decirme cosas. Me dicen que mi cuerpo está bien, no soy un ser asqueroso, que nadie me odia: el odio es un sentimiento que aparece dentro mío porque aún no acepto quien soy en realidad.

viernes, 17 de febrero de 2017

El viejo sueño de volar. Parte 3

La casa de mis abuelos otra vez. Esta vez no era un lugar sereno y dulce con olor a pasta frola. Esta vez estaba aterrado. Las ventanas no existen. Las paredes descascaradas dejaban a la vista los viejos bloques de cemento quemados por el tiempo. Lo peor era el viento. Suave, constante, sucio y caliente, quemando todo lo que tocaba. Ya nadie vivía en ese lugar, hace muchos años que los habitantes de esa casa han muerto. Unas arañas negras y pesadas aparecen caminando desde las ventanas y lo cubren todo, como un tapiz oscuro que crece, que me acosa y que me aterra. Quiero escaparme de ellas, pero no puedo correr. Nunca puedo correr en los sueños. Las arañas me alcanzan, empiezan a cubrir mis pies y no me dejan moverlos. Algunas se trepan por mis piernas mientras otras caen del techo y me cubren los ojos y toda la cabeza. No puedo ver ni escuchar nada. Envuelven mis brazos, mi pecho, se meten en mi boca y me toman prisionero. Soy completamente de ellas, soy su víctima que está esperando el golpe final, pero se detienen. Me tienen inmóvil, atrapado a oscuras. A pesar del calor infernal siento frío. No puedo hacer nada. Lucho por sacármelas de encima, pero mientras más lo intento más y más siguen llegando para mostrarme su poder, lo sé porque esa cáscara de arañas que me cubre se vuelve cada vez más pesada. No tengo escape. Me quiero entregar. Me siento pequeño, débil y muerto. Que hagan de mí lo que quieran.

miércoles, 15 de febrero de 2017

Una imagen vale más que mil palabras.

Ultimamente ando incursionando en cosas nuevas, como la música, literatura y fotografía. Les comparto mi trabajo, que de a poco voy subiendo a Flickr. Les dejo una muestrita de las fotos que más me gustaron. Espero que disfruten este paseo por algunos de estos lugares lindos que estoy conociendo.

Si quieres ver mi colección completa de fotos, haz click aquí.

Frislandia, invierno 2017

sábado, 4 de febrero de 2017

Soy un hombre como todos los demás.

No soy un hombre distinto, soy como todos los demás. Lo anuncio y dejo escrito en triplicado para que nadie me lo reclame llegado el caso que me bañe y no deje el baño perfectamente ordenado. Que nadie se asuste, que nadie saque una hoja con las palabras CERTIFICADO DE GARANTIA pidiendo la devolución de las horas gastadas, de las noches perdidas y los besos regalados. Y si no ha quedado claro, lo repito: soy como todos los hombres. He sido cortado con la misma tijera con la que han sido cortados todos los demás.

Azul

Y allí estaba ella: sentada entre sus tatuajes, sus tazas de café y sos ojos como el infinito. ¿Quién será? ¿De dónde habrá salido? ¿Será su corazón tan tierno como sus labios? ¿Será su luz tan brillante como sus ojos? ¿Será su alma tan suave como su piel? Tic tac, el reloj avanza. Tic tac el timpo no se detiene.