jueves, 15 de diciembre de 2016

Sólo se que no se nada.

Prácticamente he vivido todo mi vida en Argentina, en diferentes ciudades. Quienes son mis amigos cercanos ya estarán cansadísimos de escuchar la historia de mi vida, así que resumo: Soy de Tucumán, pero todo el 2010 y 2011 viví en Buenos Aires (me sorprendo a mi mismo de mi capacidad de síntesis). En aquellos años conocí una de esas personas que luego sería una gran amiga el resto de mis años: Belén. De profesión psicóloga y de mi misma edad, nos conocimos militando en la Iglesia.

jueves, 8 de diciembre de 2016

El hombre que juega en secreto. Parte 1.

Tomás es como todos lo franceses: tiene la cara larga, la piel quemada por el sol y unos ojos azules profundos. Fuma mucho y habla poco. Su padre Jean, piloto de aviones de combate de la fuerza aérea francesa, fue trasladado a principio de los años 60 a Guyana francesa para trabajar en los equipos de alerta temprana del puerto espacial de Kourou, donde la guerra fría y la amenaza constante de los comunistas traían noticia frescas todos los días de peligros que nunca existieron. Su madre Pilar, era la voz y cara principal de una banda colombiana de música melódica que había empezado una gira por sudamérica, gira que terminó abruptamente la noche en que Pilar cantó en el bar que Jean estaba tomando un escocés luego del primer mes de adaptación. Tomás nació unos años después, creció entre trajes militares, canciones de Edit Piaf y libros de Borges.

martes, 6 de diciembre de 2016

La adivinadora sexual

Luciana es una amiga con la que viví en Buenos en Casa Naranja, junto a Mariana, Nacho, Fer y otros en el 2012. Una de esas noches que no funcionaba el router, decidimos pedir un cuarto de quilo de helado cada uno, estabamos todos. Luciana es una chica especial. Todos la queríamos muchísimo, era muy atenta y le gustaba organizar cenas y se preocupaba por nosotros. Muy trabajadora. Pero a veces se le chiflaba el moño: era una de esas persona de esas a las que no hay que invadires el espacio personal. También era un poco puritana, a tal punto que no le gustaba ver desnudos en la TV, y todo lo que uno le puede decir le daba asco. Había que tener mucho cuidado con lo que se decía frente a ella. Aquella noche en Casa Naranja, Luciana mira el helado todo revuelto de Nacho y le dice:

-Nacho, vos en la cama debes ser un desastre.

Luciana, aquella noche, realizó una observación increíble que adoptaría en una de mis ciencias favoritas: la ciencia de la deducción.