sábado, 29 de octubre de 2016

No estoy fumando

O sea: no se porqué, pero no creo que alguien pueda decir algo tan determinante como "dejé de fumar", de alguna forma esto me recuerda a mi amiga Mariana, una chica de aquellas que puede comerse una vaca entera (literalmente) sin subir un gramo de peso. Un día de esos en que nos juntábamos a cocinar y comer, creo que estaba haciendo unas milanesas o unas empanas, no me acuerdo, cuando ella me mira indignada con cara de asco como si me hubiera tirado un pedo. Finalmente, cuando me dice "ya no como carne, soy vegetariana" es cuando entendí por donde venía la mano. Dejar de fumar es lo mismo, no se puede un día de repente decir "ya no fumo", de la misma forma que se no se puede decir de golpe y porrazo "soy vegetariano", por eso con mucha honra puedo decir que por ahora, hace 3 días no estoy fumando.


En este momento estoy en el laboratorio, mientras descubro cual de las dos fases de mi aleación de cromo y níquel es la que tiene una estructura centrada en las caras y cual es la que cuya estructura está centrada en el centro. Un embole. Me pasé el día ajustando parámetros y largando mediciones que duran uno o dos horas en el microscopio, y en el medio, a esperar. Hoy, mientras estaba esperando entre dos mediciones me di cuenta de uno de los motivos por los que empecé a fumar. Lo hice porque necesitaba esperar, y yo ODIO esperar. Entre el 2012 y el 2015 viví unos interesantes años en Bariloche, una ciudad en la patagonia argentina, trabajando en el Centro Atómico. Bariloche en invierno es frío, y el resto del año también. En aquel entonces tenía un precioso Renault 12 que andaba muy bien: en frío arrancaba al toque, pero había que dejarlo calentar unos 15-20 minutos, y como yo no puedo esperar empecé a fumar esos minutos hasta que mi R12 agarraba la temperatura necesaria para que no sonara como una cafetera. Hay un segundo motivo, que no tengo muchas ganas de desarrollar ahora. Andaba con ataques de pánico y necesitaba algo para bajar la ansiedad. A su modo, funcionó.

Como no estoy fumando, esas horas que tengo que esperar a que terminen estas mediciones locas son un embole, hoy me quería comer los dedos por lo que hice lo que haría cualquier ingeniero sensato en frente una computadora en un laboratorio de primerísimo nivel para pasar el timepo: miré videitos en  youtube. A la mañana ví uno sobre los efectos en el cuerpo al dejar de fumar. Es tremendo! a las pocas horas se limpia el cuerpo de nicotina. A la semana se recupera la capacidad respiratoria, y cosas así. Lo que más me impactó es que las primeras 3 o 4 semanas aparecen ataques de ansiedad y deseo. En un primer momento no lo comprendí, pero ahora se de que se trata. Estas haciendo algo, como escribiendo un mail o comiendo un sanguche o cagándolo o lo que sea y de repente aparece eso. Eso es una ansiedad tremenda que te parte por la mitad. Eso es sentir que tu cuerpo quiere algo que no le estás dando. Eso es sentir que no querés nada más que fumar, y se convierte en algo absoluto, no hay NADA mas importante. Mierda, ahora sé lo que es ser adicto.



No hay comentarios:

Publicar un comentario