La noches son terribles. La extraño. Extraño el calor que compartían nuestros cuerpos semidesmudos y abrazados. No podíamos dormir de otra forma. Nuestros brazos nos Buscaban, ciegos e implacables.
Extraño su pelo y su olor, que se impregna en mi inconsciente y que ningún perfume afrancesado ha removido de su trono
Extraño su cintura y la forma en que su trasero encajaban con mi cuerpo como dos piezas de rompecabezas.
Extraño sus pequeños y suaves senos que siempre necesitaban el abrigo de mis manos.
A veces no se que me hace mas daño, si el recuerdo consciente de lo que me hizo o el deseo inconsciente de tenerla de vuelta.
Celebrando el día de los muertos, que es cuando está publicado este último escrito, me nace escribir que a veces hay que matar(en el sentido metafórico-literal de la palabra) los sentimientos, las personas, los pensamientos. Honrar los muertos y seguir. Porque de la muerte nace la vida y de la vida la muerte.
ResponderEliminarEscribís muy lindo Pablo.
Constanza.
... y a veces escribir sobre algo ayuda a matarlo. Gracias Constanza :)
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