miércoles, 1 de marzo de 2017

La foto detrás de la historia. Parte 2: Una piba con la remera de Greenpeace.

Bochum, 25 de Febrero del 2017.

Los disgustos llegaron rápido. No he disfrutado para nada el tomar esta foto. Paso a contar la situación. El día, Sábado a la tarde. El clima, perfecto. En la calle de la ciudad hay mucha gente pues  había una una feria de ropas y de telas, algo nunca visto en Argentina pero parece que recontra común en Alemania. Todo era perfecto para tomar fotos: buena luz, telas muy coloridas, vendedores ambulantes, músicos callejeros, artistas y todo el resto curioseando por ahí para ver qué comprar, a los alemanes les encanta comprar. Luego de dos horas de ir y venir de aquí para allá, decidí sentarme cerca de un grupo de chabones que estaban tocando el violín a cambio de algunas monedas. Sentado en el piso veo a un grupo de unos veinte jóvenes que vestían cada uno una campera verde flúor que en la espalda tenía escrito en letras blancas "Greenpeace".

Desde el punto de vista técnico, era una ocasión perfecta para tomar una foto: eran jóvenes y coloridos, estaban bastante activos hablando con la gente, repartiendo panfletos, sosteniendo pancartas y tenían ese gesto serio de "nosotros estamos salvando el planeta y vos no". La puesta en escena de la demostración era bastante cómica: sostenían una bandera enorme que decía algo en alemán sobre el plástico que se está tirando al océano y varios de ellos estaban disfrazados: una de las chicas tenía una cabeza de pescado hecha de muy mala gana en cartón. Otra estaba vestida con bolsas de polietileno y un tercero se encontraba en el piso, atado a una red de bolsas plásticas mientras hacían movimientos raros dando a entender que no podían escapar de la chica que estaba revestida en plástico, tal cual un indefenso pecesito que no puede escapar de unas malvadas redes de plástico. 

Finalmente me decido. Saco mi cámara y chequeo todo lo que hay que chequear: apertura, velocidad, ISO, foco, todo. Me acerco a una de las chicas (casualmente la más linda) y le pregunto si puedo sacar una foto, a lo que responde que sí. Me imagino que no les viene nada mal un poco de publicidad. Inmediatamente ella dice unas cosas en alemán que no supe entender, a lo que sucedieron dos cosa en cuestión de milisegundos: todos me miraron y los chicos que estaban disfrazados de bolsas asesinas desaparecieron del cuadro para ser reemplazados por dos rubias de campera verde que posaron para la foto, mientras que el chico que hacia las veces de pecesito moribundo se sentó y acomodó cual veraneante en Cabo Polonio.

Los que estaban dentro del cuadro tenían esa sonrisa estúpida de quien espera que uno les saque una foto, como diciendo: "apúrate que no puedo sostener esta sonrisa forever", y los quedaron afuera tenían esa expectativa que tiene el público esperando que el mago haga aparecer el conejo por la galera. Me sentí presionadísimo. Allí descubrí que la actitud de la gente frente a las cámaras es rarísima. Yo aún necesitaba armar el cuadro, encontrar una mejor posición, medir la luz y quería disfrutar ese segundo antes de apretar el disparador: mirar cada detalle para no arrepentirme luego al tener la foto impresa en mis manos. No lo pude hacer. Había mucha gente esperando que tome esa foto que no les iba a poder mostrar. ¡Planck! Sonó el disparador. Ni siquiera pude disfrutar el sonido mecánico que hace la cámara cuando mueve el espejito. 

Todo pasó muy rápido, sucio, usado, hasta diría que fue medio cochino, como si acabase de tener sexo por compromiso  con alguien que en realidad no me gusta. Ni tengo ganas de ver esta foto, pero bueno, un compromiso es un compromiso. El resto es fotografía.



Nota: Para saber de qué se trata este proyecto, puedes leer la explicación aquí. 

5 comentarios:

  1. oh, ni hablar, las fotos posadas son las que mas odio. la foto cazada como por sorpresa es la que mentiene la magia del momento. como todas las que venis sacando y subiendo.

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    1. Tranquilidad. No te olvides que la foto o la historia en sí no es lo importante acá. Lo que quiero comunicar son los sentimientos detrás de todo eso. En este caso mi sentimientos son claros (o más o menos claros) pues estoy incómodo, avergonzado, frustrado y hasta un poquitín enojado. Eso es todo lo que importa.

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  2. Siento el momento pero ha quedado un texto muy cómico y cuando veamos la fotografía sabremos lo que ocurrió en los instantes previos. De todo se aprende, no preguntes, tan solo ten preparada una frase de disculpa por si es necesaria tras el sonido del disparo ;)

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    1. Eso mismo, has captado la idea. Detrás de todo lo que pasó he aprendido algo. ¿Qué más se puede pedir?. Un grandísimo abrazo.

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  3. No sé si lo haces voluntariamente, pero es inevitable para mí encontrar un toque cómico en el relato. Me hace reír. La descripción que haces es genial. Hasta da la sensación que te reís de vos mismo también.
    Seguiré ...la historia detrás de la foto.... ¡jeje! Abrazo Pablo, lindo desafío el tuyo.

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