jueves, 23 de marzo de 2017

La foto detrás de la historia. Parte 18 y 19: Acería en Essen.

Parte 18: GOLEM

Complejo industrial carbonífero, Essen, 4 de Marzo del 2017.

Sábado a la mañana. Preparé todo y con la bici (y la cámara) me fui pedaleando hacia Essen, una ciudad vecina a una hora en bicicleta. No, las ollas no se hacen en Essen. Unos de los lugares que más me gusta de esa ciudad es una vieja acería que está, en parte, semi-abandonada, con algunos edificios en remodelación y otros siendo utilizados para cuestiones artísticas.

Entre los edificios se ven coquerías, torres de enfriamiento, hornos, y otras cosas de las que me encantaría hablar pero de las que nadie me entendería. En fin, mientras aún andaba con la bici entre esos edificios viejos veo que en uno de ellos había una especie de presentación de obras de arte, o al menos eso pensé. Pensé mal. Era una exposición de réplicas de cerámicas artesanales, de esas que se usan en el baño o en la cocina, pero carísimas. La exposición me gustó, me puse a charlar con el chabón que estaba trabajando ahí y me contó que hacen las cerámicas en una fábricas cerca de Berlín, la empresa (pequeña empresa) se llama GOLEM y la técnica que utilizan es antiquísima: pintan las cerámicas, luego le ponen un vidrio arriba y cocinan todo. El vidrio se funde con la pintura y ésta se resquebraja, lo que le da un efecto de artesanal y añejo. Muy lindo laburo. 

Tengo altas expectativas de esta foto: me paré frente a muchos azulejos con diferentes dibujos, colores, texturas y reflejos de luz. Si yo fuese un gran fotógrafo creo que sería la foto ideal, pero como no lo soy, el resto es fotografía. 


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Parte 19: El árbol de la vida. 

Complejo industrial carbonífero, Essen, 4 de Marzo del 2017.

Mismo día, mismo lugar. Cerca del lugar de las cerámicas había otro local que me resultó interesante, un lugar que era la definición de la palabra quilombo. Paso a explicar: el local era una vieja sala de máquinas: turbinas a vapor, compresores, motores, cosas así. Entre todo eso algún genio puso mesas y sillas para hacer una especie de barcito. Al mismo tiempo, en el centro, el mismo genio se le ocurrió poner, en una maceta gigante, un árbol. El local era de venta de muebles de diseño con ese estilo de onda industrial steampunk (vi una mesa construida con el ala de una avión). Todo me pareció horrible y de mal gusto, salvo ese árbol, lo único con vida de ese lugar.


Nota: Para saber de qué se trata este proyecto, puedes leer la explicación aquí. 

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