jueves, 9 de marzo de 2017

La foto detras de la historia. Parte 4: Pascal, cabeza de elefante.

Königsalle, Bochum, 26 de Febrero del 2017. 

Pascal, Pascal, Pascal. Si, tres veces Pascal. Pascal es el típico caso de cuando conoces a alguien, lo prejuzgas inmediatamente y te cae mal por ser diametralmente diferente a vos y un tiempo después, sin darte cuenta, es un amigo inseparable. Hemos combatido juntos incontables batallas en contra del aburrimiento, la tristeza, la soledad y las borracheras de cervezas tibia en las noches frías del invierno alemán.

Una de mis batallas favoritas fue en la noche de Halloween del año pasado. Stefan es el amigo que teníamos en común, así que cuando él dejó Bochum, toda nuestra amistad se puso a prueba. Dos o tres días después de que Stefan se mudó, Pascal y yo fuimos a una fiesta de Halloween que organizaba una amiga suya, que dicho sea de paso, nunca conoci En Alemania si vas a una fiesta de Halloween tienes que ir disfrazado, de lo contrario entraras inmediatamente al grupo de los "aburridos" y esa noche a Pascal y a mi no se nos caía una idea sobre que ponernos.

Luego de revisar la casa de arriba a abajo encontramos las herramientas que estábamos necesitando: pintura negra y roja para la piel y un sombrero de cabeza de elefante. Yo lo hice simple: me pinté los ojos de negro, me solté el pelo y me puse muchas ropas, lo que simulaba una especie de pirata desafiando la imaginación de quien me mirase, en cambio Pascal se vistió de traje (camisa blanca y corbata roja) y se plantó la cabeza de elefante, Nunca entendí de qué se había disfrazado, pero sea lo que sea, era muy gracioso. Aquella noche fue larga y muy divertida, llena de historias que contaré otro día. 

La foto de hoy fue tomada muchos meses después de aquella noche de Halloween, un domingo frío mientras ayudábamos a Pascal a mudar todas sus cosas a un nuevo departamento. Entre cigarrillos, café, cajas y muebles, encontramos la cabeza de elefante. Pascal se la puso mirándome, recordando aquella noche heroica en la que combatimos contra el destino, sabiendo que, aunque nunca hablaremos el idioma materno del otro, seremos camaradas para siempre. El resto es fotografía. 


Nota: Para saber de qué se trata este proyecto, puedes leer la explicación aquí. 

3 comentarios:

  1. jeje, la simplicidad de las palabras ideales regalaron a la imaginacion una calida historia. esperaré la foto..!!!

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  2. Me imaginé el disfraz de Pascal y se me escapó una carcajada

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    Respuestas
    1. Por la trompa del disfraz tenía ganas de llamarlo "Pascal, cabeza de poronga" pero quedaba medio zarpado.

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